martes, 27 de diciembre de 2011

Hispania Romana

 LA HISPANIA ROMANA


La conquista romana se realizó en varias etapas:

La primera etapa, dentro del escenario de la segunda guerra púnica entre Roma y Cartago. Los romanos querían impedir el paso hacia Italia a los cartagineses y enviaron dos ejércitos a la Península. Tras doce años lograron dominar la costa mediterránea  y sur de la penínsular. La segunda etapa se realizó la conquista de la Meseta y en la última etapa fueron sometidas las últimas tribus del norte.
Tras finalizar la conquista de Hispania, ésta se dividió en tres provincias: La baetica con capital en Córdoba, la Tarraconensis con capital en Tarraco y la Lusitania con capital en Emerita Augusta. Más adelante se crearon nuevas provincias.
Roma impuso en Hispania sus estructuras: en la economía introdujo la formación de latifundios, los esclavos como mano de obra y la ciudad como centro de producción y comercio. Su estructura social se basaba en la formación de clases según su riqueza. Las ciudades aumentaron y se hicieron grandes obras urbanísticas junto con una grandiosa red de calzadas que comunicaban todo el imperio. También introdujeron nuevos elementos culturales como la lengua latina y la religión romana.
A partir del siglo III d.C., el Imperio empezó a entrar en crisis. Paralelamente, las fronteras comenzaron a verse presionadas por los pueblo bárbaros. Las provincias de Hispania, como el resto del Imperio, padecieron los efectos de esta situación. Las ciudades comenzaron a ruralizarse y los enfrentamientos por la defensa de las fronteras provocaron un colapso del comercio. A partir de este momento, Hispania ya no se recuperó y se volvió al régimen de autosuficiencia, a la práctica del trueque y a la casi desaparición de la economía monetaria.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Para ver el mundo...



Para ver el mundo en un grano de arena. William Blake

Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría
Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cuando esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Prince Of Persia Las arenas del tiempo




“Casi todos creen que el tiempo es como un río que fluye seguro y veloz en una sola dirección, pero yo le he visto la cara al tiempo y os puedo asegurar que están equivocados. El tiempo es un océano en la tormenta. Os preguntareis quien soy y porque afirmo esto. Sentaos, y os narraré una historia que nunca antes habréis escuchado.” 


Tú tienes el reloj, yo tengo el tiempo...























Entrevista: MOUSSA AG ASSARID


No sé mi edad: nací en el desierto del Sahara, sin papeles...! 
Nací en un campamento nómada tuareg entre Tombuctú y Gao, al norte de Mali. He sido pastor de los camellos, cabras, corderos y vacas de mi padre. Hoy estudio Gestión en la Universidad Montpellier. Estoy soltero. Defiendo a los pastores tuareg. Soy musulmán, sin fanatismo
- ¡Qué turbante tan hermoso...!
- Es una fina tela de algodón: permite tapar la cara en el desierto cuando se levanta arena, y a la vez seguir viendo y respirando a su través.
- Es de un azul bellísimo...
- A los tuareg nos llamaban los hombres azules por esto: la tela destiñe algo y nuestra piel toma tintes azulados...
- ¿Cómo elaboran ese intenso azul añil?
- Con una planta llamada índigo, mezclada con otros pigmentos naturales. El azul, para los tuareg, es el color del mundo.
- ¿Por qué?
- Es el color dominante: el del cielo, el techo de nuestra casa.
- ¿Quiénes son los tuareg?
- Tuareg significa "abandonados", porque somos un viejo pueblo nómada del desierto, solitario, orgulloso: "Señores del Desierto", nos llaman. Nuestra etnia es la amazigh (bereber), y nuestro alfabeto, el tifinagh.
- ¿Cuántos son?
- Unos tres millones, y la mayoría todavía nómadas. Pero la población decrece... "¡Hace falta que un pueblo desaparezca para que sepamos que existía!", denunciaba una vez un sabio: yo lucho por preservar este pueblo.
- ¿A qué se dedican?
- Pastoreamos rebaños de camellos, cabras, corderos, vacas y asnos en un reino de infinito y de silencio...
- ¿De verdad tan silencioso es el desierto?
- Si estás a solas en aquel silencio, oyes el latido de tu propio corazón. No hay mejor lugar para hallarse a uno mismo.
- ¿Qué recuerdos de su niñez en el desierto conserva con mayor nitidez?
- Me despierto con el sol. Ahí están las cabras de mi padre. Ellas nos dan leche y carne, nosotros las llevamos a donde hay agua y hierba... Así hizo mi bisabuelo, y mi abuelo, y mi padre.... Y yo. ¡No había otra cosa en el mundo más que eso, y yo era muy feliz en él!
- ¿Sí? No parece muy estimulante. ..
- Mucho.. A los siete años ya te dejan alejarte del campamento, para lo que te enseñan las cosas importantes: a olisquear el aire, escuchar, aguzar la vista, orientarte por el sol y las estrellas... Y a dejarte llevar por el camello, si te pierdes: te llevará a donde hay agua.
- Saber eso es valioso, sin duda...
- Allí todo es simple y profundo. Hay muy pocas cosas, ¡y cada una tiene enorme valor!
- Entonces este mundo y aquél son muy diferentes, ¿no?
- Allí, cada pequeña cosa proporciona felicidad. Cada roce es valioso. ¡Sentimos una enorme alegría por el simple hecho de tocarnos, de estar juntos! Allí nadie sueña con llegar a ser, ¡porque cada uno ya es!
- ¿Qué es lo que más le chocó en su primer viaje a Europa?
- Vi correr a la gente por el aeropuerto.. . ¡En el desierto sólo se corre si viene una tormenta de arena! Me asusté, claro...
- Sólo iban a buscar las maletas, ja, ja...
- Sí, era eso. También vi carteles de chicas desnudas: ¿por qué esa falta de respeto hacia la mujer?, me pregunté... Después, en el hotel Ibis, vi el primer grifo de mi vida: vi correr el agua... y sentí ganas de llorar.
- Qué abundancia, qué derroche, ¿no?
- ¡Todos los días de mi vida habían consistido en buscar agua! Cuando veo las fuentes de adorno aquí y allá, aún sigo sintiendo dentro un dolor tan inmenso...
- ¿Tanto como eso?
- Sí. A principios de los 90 hubo una gran sequía, murieron los animales, caímos enfermos... Yo tendría unos doce años, y mi madre murió... ¡Ella lo era todo para mí! Me contaba historias y me enseñó a contarlas bien. Me enseñó a ser yo mismo.
- ¿Qué pasó con su familia?
- Convencí a mi padre de que me dejase ir a la escuela. Casi cada día yo caminaba quince kilómetros. Hasta que el maestro me dejó una cama para dormir, y una señora me daba de comer al pasar ante su casa... Entendí: mi madre estaba ayudándome...
- ¿De dónde salió esa pasión por la escuela?
- De que un par de años antes había pasado por el campamento el rally París-Dakar, y a una periodista se le cayó un libro de la mochila. Lo recogí y se lo di. Me lo regaló y me habló de aquel libro: El Principito.. Y yo me prometí que un día sería capaz de leerlo...
- Y lo logró.
- Sí. Y así fue como logré una beca para estudiar en Francia.
- ¡Un tuareg en la universidad. ..!
- Ah, lo que más añoro aquí es la leche de camella... Y el fuego de leña. Y caminar descalzo sobre la arena cálida. Y las estrellas: allí las miramos cada noche, y cada estrella es distinta de otra, como es distinta cada cabra... Aquí, por la noche, miráis la tele.
- Sí... ¿Qué es lo que peor le parece de aquí?
- Tenéis de todo, pero no os basta. Os quejáis. ¡En Francia se pasan la vida quejándose! Os encadenáis de por vida a un banco, y hay ansia de poseer, frenesí, prisa... En el desierto no hay atascos, ¿y sabe por qué? ¡Porque allí nadie quiere adelantar a nadie!
- Reláteme un momento de felicidad intensa en su lejano desierto.
- Es cada día, dos horas antes de la puesta del sol: baja el calor, y el frío no ha llegado, y hombres y animales regresan lentamente al campamento y sus perfiles se recortan en un cielo rosa, azul, rojo, amarillo, verde...
- Fascinante, desde luego...
- Es un momento mágico... Entramos todos en la tienda y hervimos té. Sentados, en silencio, escuchamos el hervor... La calma nos invade a todos: los latidos del corazón se acompasan al pot-pot del hervor...
- Qué paz...
- Aquí tenéis reloj, allí tenemos tiempo.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Soundtracks Gladiator




Volveremos a vernos. Pero aún no... Aún no...




Citas


"Fuerza y Honor"
"Hay que saber cuando se es conquistado"
"Lo que hacemos en la vida tiene su eco en la eternidad"
"Tus defectos como hijo, son mi fracaso como padre".
"Hoy he visto como un esclavo se volvía más poderoso que el emperador de Roma"
"Padre bendito, vela por mi mujer y mi hijo, diles que mi único anhelo es volver a abrazarles"

toma tu rumbo

Hay que saber cuándo una etapa llega a su fin. 
Cuando insistimos en alargarla más de lo necesario, perdemos la alegría y el sentido de las otras etapas que tenemos que vivir. Poner fin a un ciclo, cerrar puertas, concluir capítulos... no importa el nombre que le demos, lo importante es dejar en el pasado los momentos de la vida que ya terminaron. 


Deja de ser quien eras, y transfórmate en el que eres.

martes, 20 de diciembre de 2011

Hecha dama


Nacida en una pequeña isla, una flor. Crecida en un pequeño tiesto que la amarraba a un pequeño pedazo de tierra. Odaly un día comenzó una transformación para todos inexplicable y creció para resultar mariposa. Voló entonces y desde lo alto contempló toda aquella gente tan curiosa. Ella no los entendía, pero esa incomprensión tampoco le causaba tristeza. Simplemente ellos estaban allí y como todo, dentro de ellos había belleza.
Odaly revoloteó sobre todas las cabezas y adoptó todo lo bello que podía tener un ser humano. Con el tiempo tuvo que posarse y por encontrarse entre personas, decidió hacerse pasar por una de ellas. Mas Odaly no es como los demás. Sus ojos, no sé porqué, los imagino de un verde meloso y embaucador que se plasma en la retina, brillando ante tus ojos incluso cuando bajas los párpados. Su voz es tan risueña que los pájaros callan para aprender de ella. Ante tal combinación, no es extraño descubrir que cada una de sus palabras tiene un significado especial cuando las pronuncia y en cierta forma te deslumbra. No se sabe lo que es Odaly, pero tampoco es algo que importe, basta con saber que es la belleza personificada. La belleza de espíritu hecha dama.